No es que sean dos días malos …

25 junio 2020

… es que llevo ya unos cuantos acumulados en los que no encuentro más que problemas y desvíos y ninguna apreciación, pero nada de nada. Y empiezo a derrumbarme un poco más cada día que pasa.

jueves, 25 de junio de 2020

Todo esto se resume en que si según llegas a tu puesto de trabajo el primer cálculo es cuánto falta para salir y el segundo cuánto para el fin de semana es que las cosas no marchan.

Y lo estoy intentando de verdad, pero por una parte no tengo objetivos claros y por otra todo son malas caras e indecisión. No sabemos qué va a pasar, no sabemos qué ocurrirá, todo va mal, todo es peor, ya veremos, … Sólo les falta el «dios proveerá» para que entremos en crisis del todo. Sigue sin haber una reunión planificada para ir informando y viendo poco a poco si vamos hacia el abismo o empezamos a salir (las ventas dicen justamente eso) y así se vuelven poco tratables porque no hay nada más importante que su desesperación.

Y en cuanto a mí ojalá tuviese alguna idea de hacia dónde voy. Sí, quiero que la empresa tenga una estructura fiable y cuente con mecanismos útiles, pero es que no me han pedido nada. Y así no sé bien si voy encaminado o estoy perdiendo el tiempo. Bueno, no. Sé por dónde voy y qué hago. Que se me haga eterno es otro tema. Termino pensando que estoy perdiendo el tiempo con mis resúmenes, que debería ser yo el que forzase las reuniones de personas y los encuentros pero es que si además de todo el pollo que tengo montado, el que estoy montando, los arreglos, las maniobras evasivas para esquivar fallos y el intento de que mi legado me sobreviva laboralmente tengo que ocuparme de reunirlos, guiarlos, calmarlos y extraerles información y permisos -amén de darles ánimos- es que no me da la vida.

Ahora que lo pienso es el problema de tener problemas y de que los demás te echen la culpa de ellos. Son varios años ya en los que consiguen que te creas en deuda por lo que te dan. Que tú nunca llegas a dar ni lo bastante ni lo necesario. Que siempre te quedas a las puertas de conseguirlo.

No les falta mucha razón si es así como piensan. Llegar al final en algunos asuntos requiere que los demás colaboren. En tiempos mejores -y si son ellos los que lo han pedido, ojo ahí- todavía puedes esperar que pongan de su parte. Si no, te vuelves un incordio cuando no directamente un escollo en sus vidas.

Es lo de las contraseñas en lo que estaba pensando. Sé que es útil, sobre todo a medio y largo plazo, pero también que no lo han solicitado así que lo he puesto en marcha, he añadido datos y ahora sólo que me queda anunciarlo para darlo por conseguido. Que lo usen o no es otro tema. Y no es que no me interese, es que tengo que seguir con otras cosas para anotarme logros, que sigan creyendo que estoy ahí, que soy útil.

Creo que me he equivocado al plantearlo así. Y no tengo pruebas pero tampoco dudas de que ellos también se equivocan al no aprovecharme.

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