Y es que ya lo veía venir. Demasiadas cosas abiertas, no todas por voluntad propia, y sigo sintiendo recelos por parte de los jefes.
lunes, 23 de noviembre de 2020
El sábado terminé de arreglar el programa de Guacamole y su servicio de acceso a las máquinas. PowerUser lo necesitaba porque le siguen reclamando mucho abajo y no para de salir y entrar en la oficina.
Después intenté ponerme con la VPN. No es fácil. No cuando empiezas a buscar información y te das cuenta de lo complejo que puede ser. Si se trata de nodos finales, como dos máquinas de copias de seguridad que tengo pendientes de instalar, no hay problema. Ellas se conectan en exclusiva a la VPN y pueden acceder al resto de la red para realizar la extracción de datos (si son sistemas de copia activos como BackupPC) o, y aquí empieza lo complicado, pueden ser accedidas desde el resto de la red si son sistemas pasivos (como Borg) pero con ciertas limitaciones.
El problema fundamental llega cuando tienes una red local y quieres conectar a la VPN de la empresa como si fuese un recurso más. Hay muchas posibilidades de que tengas numeraciones IP paralelas y que entonces tengas que liarla pero bien a nivel de servidor VPN con trucos NAT y demás.
El caso es que he tenido que parar porque empezaba a tener síntomas de agotamiento: inquietud, aburrimiento, falta de concentración (incluso en series o libros) y muy mal sueño. Si me conozco bien estoy seguro de que es el primer paso para entrar en la zona gris y descender después a la negra.
Así que hoy lunes me he quedado en casa para intentar concentrarme en una única cosa: los backups con borg.
Y si tengo fuerzas seguiré con la pasarela de datos.