… dos de los cuales no están bajo mi control directo.
viernes, 2 de octubre de 2020
Por una parte tenemos el proyecto de crear una tienda en la red que está más o menos congelado. Y el tiempo corre. Por el otro está el paso de todo el ERP (odoo) a PostgreSQL versión 12 en mi nueva y flamante máquina virtual.
El proyecto de la tienda tiene que presentar algo la semana que viene pase lo que pase. No importa que les digas que has tenido o tienes dificultades técnicas o que no se puede ir más rápido con la basura de gestión comercial que sufrimos. Tiene que estar. Porque ha pasado mucho tiempo (semanas en realidad) desde que comenzaron a hablar del tema. Y eso cuenta. No a lo que te has dedicado si no el tiempo transcurrido.
Una parte básica era tener una réplica de la tienda, ¿ verdad ? Pues parece que el muchacho externo 2 no se atreve con ello porque de sistemas no entiende. Vaya.
Así que le he dicho que lo hago yo, buscando en la red artículos que hablen sobre ello. Parece que sí que es factible, que muchos lo necesitan y que Prestashop no es tan inamovible. Pues tengo que probar a hacerlo este fin de semana.
La otra parte, la de la nueva versión de la base de datos, ni siquiera ha comenzado. Creé una cuenta concreta para el muchacho externo 1, con permisos de administración (grupo sudo) para que no se quejase, y dos días después ni siquiera ha entrado. Ah, incluso le copié su clave pública que tenía en otra máquina para que pudiese entrar directamente. No ha tenido tiempo, supongo.
Luego dirá que algo le falta o que no le dejo hacer tal o cual cosa y, claro, me pondré en el punto de mira.
Lo único que lamento es que estoy derivando mucho hacia el antiguo estado de emergencia. Ese en que el todo se supedita al trabajo y todo se ve abandonado. Familia, amistades, bicherío, casa, …
Y no quiero estar así. Quiero poder apartarme del trabajo por completo con la sensación de haber cumplido y volver a tener buen humor. Ahora sólo hay inquietud y dudas. Y miedo.