Ayer recibí los módulos de memoria para ampliar el servidor de nombre «budapest» desde los 2 gigas en los que se había quedado tras la avería hasta los 8 gigas que ahora tiene. Linux no ha tenido ningún problema en reconocer la ampliación tal y como me esperaba, ya que es una distribución Debian Lenny con arquitectura «amd64» y está lejos de su límite.

Además de servidor de sesiones gráficas mantiene funcionando una máquina virtual con una distribución Suse Linux y aplicaciones propietarias y, ocasionalmente, una máquina con Windows XP SP3 que se limita a hacer funcionar alguna pequeña aplicación bancaria ó de la AEAT.

La siguiente fase consistirá en fusionar este servidor con «Alejandria», que se dedica a las bases de datos, dado que prefiero tener menos máquinas para mantener e intentar no desperdiciar la capacidad de proceso ni diluirla en un ir y venir por la red.

Por otro lado he sustituído un «switch» de red 10/100 de Ovislink por uno 10/100/1000 Mbps de d-link en la planta baja, la que comunica todas las máquinas de escritorio con los servidores de la planta superior, y se ha comenzado a ver bastante más ligereza en la red. Eso sí, la sustitución de los «switch» de red se debe más a razones preventivas porque me gusta tener algunos componentes críticos en reserva a pesar del gasto que conlleva. Una vez que compré los nuevos me di cuenta de que era un poco tonto no usarlos si llevaban un procesador más rápido y mayor capacidad de enrutado.

Nota: La mañana siguiente he tenido que cambiar el cable de red a una impresora láser, una HP 2055 porque con el anterior ni siquiera llegaba a levantar el interfaz.