Ayer jueves tuve que venir a trabajar para terminar de instalar el mecanismo RAID del servidor principal, aprovechando que me habían traído el reemplazo del disco de 1 Terabyte que falló y que la empresa cerraba y no tendría a los humanoides de turno molestándome.

Pues no pudo ser. El disco presentaba los mismos síntomas que el anterior: silencio total y absoluto en cuanto se le conectaba y ni el más mínimo intento de ponerse en marcha.

Menudo chasco ^[1] me llevé cuando puse en marcha el servidor y ví que el BIOS no lo reconocía. Lo extraje con cuidado, y lo acoplé a dos adaptadores distintos de SATA a USB que tengo a mano para ver si era un fallo de cableado y no, no lo era. Era el maldito disco.

Pues vuelta a empezar. Afortunadamente (creo) tengo suficientes tareas pendientes como para no aburrirme así que me puse a ello. Eso sí, antes reemplacé uno de los ventiladores del servidor (y van ya dos de 12 cm cambiados) y empleé mi nuevo y fantástico aspirador de mano para limpiar a fondo el interior de la máquina.

Quedó niquelada :-)