Lo he descubierto esta mañana mientras gozaba de uno de los atascos de entrada a la ciudad.
Una furgoneta de empresa con la típica publicidad de la misma, su nombre, a qué se dedican, su dirección geográfica y su dirección de correo electrónico … con el número de teléfono móvil en ella.
Era algo como
555444333-pinturas@miempresa.com
y supongo que su ISP le habrá obligado a añadir el sufijo
-pinturas
porque la parte del usuario de una dirección de correo electrónico puede estar formada por números únicamente. Es decir, que basta con guardar un ítem como
555444333@domain.com
para tener dos datos: una dirección de correo válida y un número de teléfono (móvil en este caso).
¿ Qué por qué me gusta ? Pues porque llevo tanto tiempo viendo tantos derroches en recursos y en espacio que ya pensaba que estas muestras de ingenio había desaparecido por falta de uso. Encontrar una me ha alegrado la mañana.
Hombre, sí, pero el invento sólo funciona cuando la dirección de mail la proporcionas en un soporte más o menos duradero como una tarjeta, un marcapáginas, un anuncio en prensa o incluso una web. En algo como una furgoneta o una valla publicitaria hasta me parece contraproducente: cualquiera recuerda de un vistazo una dirección como pintor-barato@brochagorda.com, pero a ver quién es el que memoriza en segundos algo como 452786568-pintor@brochagorda.com.
Por otra parte, cualquiera que se fije en una dirección de correo es porque tiene acceso a Internet, en cuyo caso lo más probable es que recuerde sólo el dominio «brochagorda.com» para conectarse después y mirar el número de móvil (y el mail) en la web.
Y además es poco práctico: si el pintor cambia de teléfono, le toca cambiar la dirección de correo también.
Vaya, que hoy tengo ganas de discutir ;)
@Anghara : ¿ Ganas de discutir ? ¿ Qué me queda por decir si me has hundido la idea por completo ? :-)
Es cierto que no es lo más práctico del mundo mundial, sobretodo por lo mal que recordamos los humanos los números, pero a muchas personas les puede gustar tener como alias una dirección así; a mí sin ir más lejos, que me di una de alta al poco de escribir estas líneas.
En cualquier caso más que defender la idea defiendo el ingenio porque no lo había visto antes y me sorpendió agradablemente.