… para que los trabajos no sean una tortura.
En mi trabajo -desde hace un tiempo ya- me han colocado una tarea que consiste en crear folletos y catálogos impresos de nuestros productos, bien para enviarlos digitalmente, bien para enviarlos en papel. Y sí, la cámara es buena, pero yo no soy fotógrafo aunque nociones poseo.
Los resultados estaban siendo un asquito porque al final tenía que maquillarlos digitalmente forzando las luces y los tonos para que pareciesen una recreación artística en lugar de una reproducción fiel a un original.
Hasta que me harté y busqué en la red alguna solución que encontré en forma de caja de luz autónoma, completa y plegable. No es profesional ni yo aspiro a tal consideración pero las imágenes han mejorado de tal manera que del precio (alrededor de los ochenta euros) ni te acuerdas. Y menos si lo paga la empresa.
La siguiente es una galería de imágenes del producto, el cual incluye la caja de luz plegable y que se convierte en maletín de transporte, un soporte para la cámara, cuatro fondos de tela en varios colores y dos focos con trípodes para iluminar la escena.