… y sólo fallan en el concepto básico: los libros están allí en lugar de en mi casa.

Como el libro electrónico no está a mi disposición más que por la noche, cuando mi pareja vuelve a casa, y coincidiendo con que estoy visitando la sala de estudio de la biblioteca pública muy a menudo, estoy cogiendo varios libros en préstamo.

Impacto

de Douglas Preston me ha sorprendido gratamente. Repite mucho la fórmula de otras de sus novelas, especialmente la de describirte con pelos y señales las dificultades y los pensamientos de un asesino empeñado en acabar con los protagonistas, pero en esta novela, tanto éstos como la historia en sí, es ciencia ficción de lo más entretenida. Recomendable para pasar un buen rato.

El factor Scarpetta

de Patricia Cornwell es una más de sus novelas sobre la doctora Scarpetta y su pequeño y extraño universo de personajes. Y digo extraño no por la rareza en los caracteres sino por sus relaciones y las emociones que crea entre ellos.

Es mejor novela que las anteriores porque explica mejor qué sienten, pero todavía no consigue que llegues a impresionarte con los crímenes como con las primeras obras de la saga. Una lástima. Aunque reconozco que esta vez termina mejor que las anteriores. Tiene un epílogo de por lo menos seis páginas, lo que te permite recapitular un poco sobre lo que acaba de contarte y, en mi caso, saber también un poco más sobre por qué estaban todos tan enfadados desde el principio. Y lo digo porque varias de sus novelas las ha terminado con

… y la protagonista apuntó al malo y apretó el gatillo. FIN

Y no estoy exagerando nada. Te quedas como a medias sin saber si hay un error de imprenta o no. Eso sí, como esta novela sigue siendo una continuación de las anteriores, si aquellas no te gustaron con ésta ni lo intentes.

Cibermaneras

de Magali Benítez ha sido rápido y sabroso. Es pequeño pero cubre bastante bien las formas de comunicación electrónica. Desde el correo electrónico hasta twitter, pasando por la mensajería instantánea, los foros, los chats y las redes sociales. En todos ellos habla sobre lo que se pueden considerar buenas maneras haciendo mucha referencia al sentido común, a la comparación con las relaciones humanas en el mundo real, a los principios de cada uno de los medios (como la inmediatez en unos y la privacidad en otros), pero reconociendo siempre que no existe un reglamento oficial o consensuado más allá de las normas de netiqueta .

La autora se dedica a Internet profesionalmente y tiene una web donde se la puede conocer mucho mejor. El libro es recomendable incluso para regalar dada su brevedad y el contenido. Me recuerda al libro de Gonzalo Álvarez Marañón sobre los peligros de Internet.