Llevo casi diez días apagando fuegos como un loco, y del software mejor no hablo que es casi peor.
Cuando no es un switch el que fallece, es un punto de acceso inalámbrico; cuando no es un disco de un servidor el que avisa, es una impresora a la que le dá por hacer origami con las hojas. Da la impresión de que estaban esperando a que llegase el otoño para empezar a cascar de forma inexplicable.
Un asco …