Ha sido interesante y espeluznante al mismo tiempo la conversación telefónica con un comercial de productos Google. Concretamente de su suite de correo.
El hombre ha sido cortés, ha replicado todas mis objeciones y me ha hecho pensar. Sí, es verdad, tendría que emplear esas herramientas que ya estoy pagando mucho más; también sé que crear y mantener un servidor de correo es pesado al principio y da varios quebraderos de cabeza a lo largo del tiempo pero siempre he creído que merece la pena. ¿ Qué todos van a la nube ahora ? Bueno, supongo que sí, que llevan varios años en ese sentido pero estoy seguro de que más de uno ha vuelto atrás o se lo está pensando.
Primero porque, obviamente, sigues necesitando personal con un mínimo de conocimientos para cuando esos servicios fallen. Que lo hacen, oigan, que a veces no funcionan bien y no siempre es culpa de los usuarios. Segundo porque no sabes dónde están tus cosas, quién o cómo las guarda -por muchas promesas comerciales que te hagan- y tampoco tienes idea de cómo las vas a recuperar sin ellos.
¿ Y los formatos ? ¿ Nadie piensa en ello ? ¿ No hay suficiente obsolescencia tecnológica ya como para depender de alguien como Google, que se pasa los estándares por el forro cuando le conviene ? ¿ Y los servicios que ha cerrado porque ya no eran rentables ? ¿ Y si lo muevo todo allí, dándole un inmenso poder sobre mi futuro, y me dice que lo deja y que me busque una alternativa ? ¿ Monto de nuevo mi pequeño departamento o paso por el aro de quien sea para seguir funcionando de manera aproximada ?
Han sido muchas las ocasiones en las que le he dicho que aquí no hemos evolucionado una leche. Que somos una distribuidora que vende y compra, un intermediario, y que el mayor salto ha sido del fax al correo electrónico para lo mismo: para hacer o recibir pedidos. Listas de productos y cantidades. Y ya.
¿ Qué evolución quieres que haya si los jefes de la empresa van por su cuenta desde hace cuatro décadas y los clientes siguen trabajando de la misma manera que un siglo atrás ? Y no están obsoletos, es que la máxima evolución que pueden tener ya la fijan los materiales con los que tienen que trabajar a mano. Ellos reparan y venden algunas cosas en mostrador. Y a menos que cambien de negocio yo no les veo evolución posible. Quizás recoger y enviar artículos, pero eso es algo que no nos atañe y que algunos han hecho o están haciendo.
En un momento dado le he dicho que todo ese trabajo de administrar servidores (regularmente), desplegarlos (rara vez) y salvar sus datos (automatizado) es mi trabajo. Que si muevo todo a la nube me quedo sin nada que hacer (no he querido añadir melón) y que al final todo mi conocimiento se va a aplicar en nimiedades. Que en breve pensarán (y con razón) que para qué un informático si todo lo lleva alguien de fuera.
Ya me han puesto en ese camino (ayer mismo les ahorré una llamada al soporte técnico de los teléfonos y arreglé uno cableándolo de nuevo) y no puedo evitar sentirme cada vez peor. ¿ Por qué ? Pues porque antes sí construía cosas de valor para la empresa como el software de gestión, la integración con productos de terceros (el software libre me lo permitía) y montar y aprovechar equipos durante muchos años.
Ahora les han convencido de que cualquier cosa que venga de fuera, más moderna, es la solución a todos los problemas que han arrastrado desde hace tiempo (generalmente por no invertir en su momento) y que todo es más mejor y más productivo si es más moderno. Y no, sólo es cambiar de amo.
¿ En serio cree que considero siquiera apoyar algo así y convertirme en un intermediario entre mis usuarios y el soporte técnico (de alguna parte del mundo) de una multinacional ?
Venga, hombre, que aún puedo hacer cosas maravillosas. Sólo necesito impulso.