Me ha costado lo mío, aún estoy pagando las consecuencias de los nervios pasados, pero al final conseguimos llegar a un acuerdo.

Creo que la cosa promete mucho. No sólo porque es una tecnología estupenda y bla, bla, bla. No, promete porque todo el trabajo bestial que me toca realizar normalmente viene ya hecho con el nuevo ERP. No tendré que estar peleándome con formularios de entrada de datos y listados cuadrados a la columna. Ahora podré centrarme en sacarle jugo a los datos y a probar otros inventos a nivel de red que tenía muy aparcados.

Mola.