Después de más de tres lustros tengo reloj nuevo en el despacho.
Lo «gracioso» de esto es que lo pedí hace más de cuatro meses y ha llegado hoy. En realidad ni recordaba cómo era así que me he llevado una agradable sorpresa: es mucho más bonito de lo que esperaba.
No le ha gustado a nadie en la empresa, claro, pero mientras funcione …