El sábado pasado asistí a un espectáculo de danza y canto del estilo Swing que estuvo verdaderamente bien. Un poco más largo de lo que debería …
… ya que estaba pensado en parte para niños, pero con muy buena calidad. Y como dicen del precio en las comidas, si la calidad es buena el precio se olvida.
El espectáculo lo crea la compañía Índigo Jazz, dura cerca de una hora y te cuenta con música pequeñas historias que van hilando otra mayor. Es igual, es tan musical y visualmente potente que la historia es lo de menos. Para los niños no, supongo, pero para mí sí que fue relajante y divertido.
Me encontré varias veces moviendo piernas y torso al compás de las canciones. E incluso en otros llegué a verlos como un todo. Era la suma del baile, los músicos y las luces lo que me abstraía y me transportaba. Algo parecido sentí con el anterior, el de flamenco, y no sé si sentirme preocupado o no. Hay demasiadas personas que están totalmente metidas en la letra, la melodía, que se aprenden nombres y vidas de los compositores, los intérpretes, … Yo no soy capaz o no le he visto la gracia.
En fin, que no me arrepiento de los 14€ que me costó la entrada en un mes que se presenta bastante complicado.
Ah, algún pequeño detalle que otro como la típica familia locatis (de los cojones) que no dejaba de hablar en la fila de atrás pero se me olvidaba rápido.
Muy recomendable.