Esta es la vigésima novela de estos dos muchachos dedicada al agente especial Pendergast y que en realidad sirve de excusa para la siguiente, también publicada, y de la que he podido leer la sinopsis.
Pendergast es lo que es. Hace mucho que el personaje se les fue de las manos y es casi un cliché de sí mismo. Fue una versión moderna de Sherlock Holmes, con sus rarezas y su historia familiar, llena de sangre, secretos y mucho dinero, y ahora es casi un esperpento.