Apareció literalmente en la puerta de mi casa y me fijé en él porque …
… estaba boca arriba, se movía un poco y tenía algo extraño en la cabeza.
Una especie de ¿ capucha ? sobre su cabeza y ojos que no puede verse muy bien en las fotos pero que observé muy claramente a través de la lupa bifocal de 20 aumentos que poseo. ¡ Qué ganas tengo de poder hacer fotografías de lo que veo a través suya ! Ya queda menos, porque he encargado un pequeño libro sobre el tema en el que tengo muchas esperanzas puestas.
El bicho seguía moviéndose lentamente pero no llegué a verle herida exterior alguna. Después lo abandoné en el jardín sin más daño que en el orgullo si lo tuviese y se marchó.