O por qué no nos ponemos de acuerdo ni para enviar direcciones.
Enésima vez que me encuentro con un problema cuando menos absurdo. Solicitamos información a alguien -un proveedor en este caso- sobre un tercero y nos la suministra empaquetada en un formato privativo, como si fuese algún tipo de secreto de estado.
El mensaje de respuesta incluye los datos solicitados dentro de un envoltorio llamado
winmail.dat
que el sistema identifica correctamente como archivo en formato Transport Neutral Encapsulation Format o TNEF para los amigos, y que como es esperable en estos casos tenemos problemas para analizar y extraer algo provechoso.
Resulta que este formato, que ya había visto antes en algunos mensajes y al que no había dado importancia por no venir a cuento en esos momentos, es un formato privativo de Microsoft empleado por sus herramientas de correo electrónico -especialmente el programa Outlook- para transmitir archivos adjuntos, características especiales como solicitudes de reunión, formularios y votaciones, o texto en formato enriquecido.
También parece que puede contener información sensible como cuentas de usuario y rutas de acceso a los archivos, pero eso -afortunadamente- no me atañe tanto como el ser capaz de extraer la información valiosa que puede contener.
Resumiendo, que tuve que tirar de un buen puñado de programas hasta conseguir que uno de ellos llamado ytnef me sirviese para extraer la tarjeta del contacto que necesitábamos. Y así hasta la próxima ocasión, en que una versión nueva del programa emisor me descoloque de nuevo y consiga que pierda un par de horas de mi vida desentrañando sus miserias.