… es que las clavan.
Hace unos días fue mi cumpleaños y aunque caía en día laboral decidí llevarme a comer a mi hija Laura, de siete años recién cumplidos, a un restaurante económico de la zona.
Estábamos terminando de comer, a los postres, y yo intentaba en vano llamar la atención de algún camarero para que me trajesen el café que había pedido un rato antes. Mientras sopesaba la posibilidad de lanzar algún objeto contundente a la cabeza de alguno de ellos Laura se me acercó y muy bajito me preguntó:
– Papá, ¿ la palabra puta es muy fuerte para mí ?.
– Me temo que sí -le contesté-, es muy fuerte para ti y para cualquiera. ¿ Por ?
– Voy a decirte algo, sólo una vez y bajito al oído -me respondió.
Entonces se acercó a mi oreja y me susurró:
– Papá, no nos están haciendo ni puto caso.
JAJAJAJA XD
¡Me parto con mi sobrina! ¿Pudiste contener la risa y matener la dignidad?