Mojolicious – otro «Perl real-time web framework» más

Mojolicious es una herramienta Perl para crear aplicaciones web y que, según sus autores y afines, es la repera. Vale.

Pues no sé qué decir, lo mismo sí, pero es que me da una pereza casi mortal ponerme con ello. Con este tipo de herramientas, en las que interviene y publicita tanta gente, me ocurre como con tantas otras cosas en la red: me angustian.

Tengo muy claro que las aplicaciones deben separar el modelo de datos de su presentación. Por pura supervivencia además. Es muy doloroso intentar reparar programas antiguos que no cumplen esa norma; tanto que demasiadas veces es menos costoso empezar de nuevo con los conocimientos que se puedan extraer de ellos que intentar modificarlos.

Pero cuando todo es tan super-mega-fácil de la muerte como anuncian con las nuevas versiones de o con la aparición de me resulta difícil creerlos. Porque vamos a ver, sí, la creación del entramado de archivos, módulos y aplicaciones para comenzar el desarrollo será trivial,  no lo pongo en duda. Es el después el que me preocupa.

Es decir ¿ la nueva panacea responde a algo de ésto ?

  • ¿ Está la versión prometida en mi distribución actual ?
  • Si es así, ¿ los extras indispensables para sacarle el jugo lo están también ?
  • ¿ Es fácil crear paquetes que se integren con el mecanismo de software del sistema ?
  • Y sobre las copias de seguridad, ¿ es posible salvar los datos en una única operación, de manera que la recuperación consista en reinstalar la aplicación y restaurar dicha copia ?
  • Si la curva de aprendizaje es fuerte, ¿ hay alguna garantía de que pervivirá en versiones posteriores ?
  • En caso afirmativo, ¿ se podrá rechazar la muy recomendada actualización o aislar de alguna forma para que la aplicación creada con ella perviva en el tiempo ?

Y sí, todo luce muy bien en las presentaciones, los tutoriales y los blogs que lo revisan y aplauden. Pero hasta que no se desarolla algo práctico y real, algo que usen los humanoides de turno, uno no puede estar seguro de que todo el esfuerzo no se vaya al garete y tenga que volver a empezar de nuevo. Otra vez.