… el que podría haber sido un buen juguete pero que ahí se quedó, como tantos otros.
Y es que resulta que este año los reyes magos me han traído -sacado de quién sabe dónde- este pequeño artilugio que en el peor de los casos me servirá de adorno sobre mi mesa.
Es una lástima que la compañía quebrase porque la idea era buena y el trasto promete. Lo malo es que apenas quedan páginas con software para él. He visto las siguientes que parece que funcionan:
Así que en cuanto tenga las mesas nuevas para mi cueva intentaré ponerle en marcha y darle algún tipo de uso. Iré contando.