… y otros problemas propios de los cachorros humanos.
Mi hija Laura lee mucho. Tiene un vocabulario amplío y sabe usarlo en conversación. También parece tener un buen cerebro para conectar conceptos pero, lamentablemente, falla en la expresión escrita.
No es sólo que el tipo de letra parezca en ocasiones un muestrario tipográfico, ni que el texto aparente estar bajo cifrado, es que tiene muy poca práctica y, como siempre le recuerdo, no escribimos igual que hablamos (afortunadamente).
Tras hablar con su madre se me ha empezado a ocurrir un pequeño truco con el que motivarla a que escriba un poquito cada día. Se trata de un pequeño juego y hoy se lo he planteado y le ha gustado. Tanto como para pedir ella que comenzásemos en lugar en empezar a ver una serie en Netflix.
La idea principal es escribir un texto en forma de relato que cuente algo no predefinido, que sea entre los dos, que no le lleve mucho tiempo y que le entretenga lo suficiente para no caer en el abandono.
He comenzado yo escribiendo el siguiente párrafo:
Cuando al fin pudieron abrir una salida madre e hija se miraron, aliviadas, y contemplaron con horror su entorno.
y como ella tenía que añadir un par de párrafos dando continuidad ha añadido esto otro:
Se encontraban en un lugar tenebroso, miles de cadáveres yacían en el suelo, sangre, espadas, parte de la calle quemada; casi se podían oir los gritos de esa batalla. Empezaron a andar intentando no pisar los cuerpos, se miraron de nuevo, pero esta vez con miedo y horror. «Y todo esto para para proteger a mi hijita» pensó la madre.
Tras una hora de andar entre cadáveres consiguieron salir a una gran explanada de hierba fresca como el agua; hija y madre corrieron aliviadas hasta caer rodando por la pradera.
Ahí tumbadas se dieron la mano y empezaron a mirar las nubes, intentando olvidar el fulgor y la atrocidad de la batalla.
Continuará …
He tenido que corregirle varias comas y una pequeña falta de ortografía, pero para ser la primera vez, tras un día de estudio, deberes y clase de teatro, puedo darme por bastante satisfecho.
Me ha chocado un poco al principio porque ha imaginado la historia muy diferente a lo que yo pensaba, pero eso es parte del juego. Siempre tengo la opción de guiar el argumento en cada una de las entregas. Porque esa es otra: la gracia está en que yo sigo con otro párrafo en el punto en el que ella lo ha dejado. Y así a diario.
No quiero que escriba algo coherente literariamente hablando. Ya se le notan aquí los excesos que copia de las últimas novelas que se está leyendo (fantasía si no recuerdo mal); más bien quiero tener algo fresco y breve con lo que poder trabajar corrigiéndola y que le proporcione la posibilidad de aprender a expresar ideas.
Ojalá, además, pudiese aprovechar para que practicase mecanografía y pasase las entradas a nuestro blog . Creo que eso va a ser demasiado pero …