¿ Esperar a que todo se hunda para que acudan a ti ?

No. De eso nada. Primero porque no es ético. Segundo porque el desastre puede ser irrecuperable y perdemos todos.

Hoy he tenido que ver una demo de una nueva aplicación que han querido poner en marcha y para la que hice el análisis de requisitos. Y bien, no ha estado mal, pero una vez que he hablado con los compañeros me han vuelto a decir lo mismo: que no tenemos variantes en los artículos y las búsquedas se vuelven imposibles para alguien de fuera. Intentas encontrar plantilla, por ejemplo, y te enfrentas a un muro de cerca de mil artículos. Los de aquí ya se lo saben (más o menos) pero cualquier persona ajena, aunque sea cliente antiguo, abandona a los pocos minutos.

Así que hemos hablado de cuánto costaría en horas añadir esa información a la base de datos y ahí surgen dos escollos más: el primero es que no es seguro que el programa, con las modificaciones que ha sufrido los últimos dos años, sepa manejar productos con variantes a pesar de estar en su origen.

El segundo es que por política de empresa (la voluntad del dueño más bien) no se puede vender (ni siquiera mostrar) cualquier cosa a cualquier persona. Se mantiene el filtro personal y arbitrario que hace que cualquier esfuerzo que hagas en ese sentido carezca de futuro. ¿ Para qué vas a emplear decenas de horas en rediseñar una base de datos si al final nadie va a usarla ? El día que el jefe se muera o quede inhabilitado vamos a tener un serio problema con qué podemos vender a quién y cuándo. Que la cosa cambia según las relaciones personales fluyan en un sentido u otro.

De ahí la conversación ha incluido varios detallitos más que no están resueltos aún por el personal externo. Son detallitos que incluyen cosas como la optimización de la base de datos, el control de inventario, los informes de ventas y el misterio de la desaparición o duplicación súbita de precios de venta y pedidos. Vamos, que son problemas que hacen que se trabaje a medio gas y que el personal externo tenga garantías de ingresos para los próximos meses o años.

No hay una lista de desarrollos, mejoras o arreglos pendientes y mucho menos un calendario que los abarque. Sólo facturas y pagos regulares.

De verdad, de verdad, de verdad que esta empresa necesita a un informático como el que tenían antes (¿ hola ?). Alguien que les haga una aplicación de gestión junto a ellos y que les quiera/odie de la misma forma que antaño.

Ojalá me diesen un impulso para hacerla yo. O empezase a hacerla de una puñetera vez sin importarme nada de lo que digan.

Pero claro, son meses de trabajo casi en solitario y eso me frena por puro desánimo, pero si me diesen su apoyo, ahora que estoy casi perfecto de la muerte, podríamos hacer tantas cosas.

No se me quita de la cabeza el adagio del software libre: publica rápido, publica a menudo, porque esa es la forma de que ellos vean mi implicación y yo tenga la suya.

Tema para reflexionar entre mudanzas y otros arreglos.