… y lo que me queda por aguantarle. Uso muchas aplicaciones escritas en este lenguaje porque dan muy buen resultado y porque las han construído cubriendo necesidades reales (como el software de la Wikipedia). Y todo es felicidad y buenas vibraciones … hasta que fallan. Y entonces fallan de verdad, no se quedan a medias ni les tiembla el bit.
Entonces es cuando empiezas a desear haber elegido muerte porque no hay por dónde coger el fallo. A veces sí, a veces no, … a veces ni lo uno ni lo otro. Esa es la sensación que tengo con ello.
Y ojo que a Perl le ocurre lo mismo en otros casos, pero como he tenido la suerte de encontrarme aplicaciones que separaban muy bien el código de la presentación era mucho más sencillo intentar repararlas. Y sí, el código PHP que se escribe ahora es mejor que el de poco tiempo atrás, pero aún así de verdad que no quiero ni imaginar que tuviese que mantener una aplicación escrita en él.