… no tiene mucho que ver. Al menos en la zona en la que hemos estado: junto a la carretera M-505, donde se puede ver la antigua vía inundada.
El bicho y yo estuvimos por allí, esquivando pescadores y sus caras de malas pulgas, atravesando pequeñas dunas de arena de río y muchas peñas, y encontrándonos un buen número de residuos humanos en forma de botellas, plásticos, latas y hasta los restos de un trampolín de piscina para niños. Había más sobresaliendo del agua, pero no quiero recordarlo.
¿ Era todo un asco ? Pues no, pero la impresión general es de abandono, de juergas conclusas y de mucho aficionado a los dulces. Es más, lo que menos vi fueron colillas.
Kayra no disfrutó tanto del agua. Demasiada profundidad en la orilla y bastante viento fabricaban olas que la asustaban bastante. Aún le falta un hervor a la pobre.
Para el próximo día pienso explorar la zona sur, la del muro de contención sobre el que pasa la carretera M-510. Me han dicho que hay una especie de ¿ playa ? por la que los bichos están muy bien. Veremos, porque visto lo visto no me parece a mí gran cosa.
Ah, y como novedad voy a emplear un complemento WordPress para OpenStreetMap con la situación de donde hemos estado.