Micropagos …

… ¿ ahora sí ?

Acabo de descubrir un invento que me ha gustado mucho. Se trata de una red social de micropagos llamada Flattr y cuyo diseño permite recompensar cómodamente aquellas creaciones que te gustan o te son útiles.

Estas creaciones (llamadas things en el argot) pueden ser textos escritos, programas de ordenador, música, vídeos, imágenes … cada persona marca lo que le parece que puede recibir una donación con un botón especial en su página que permite a los demás donar dinero de una manera rápida y sencilla.

Flattr button

Para que esto funcione es necesario que tanto los donantes como los receptores tengan una cuenta activa en esta red social. Todos los usuarios son equivalentes y todos tienen la obligación de donar algo mensualmente. El mínimo con el que se comprometen es de dos euros, aunque pueden aumentarlo a lo que quieran, y el mes que no marcan alguna creación para donar la red se lo retira igualmente de su saldo y lo dona a alguna organización de caridad [1].

Cualquier miembro de la red puede donar todas las veces que quiera a una creación sin que eso represente mayor gasto por su parte; tan sólo significa que su donación estará más repartida entre aquellas cosas que ha marcado con su cuenta.

Podemos preguntarnos dónde está el truco y quién paga el montaje, ¿ verdad ? Pues por lo visto la red la mantiene una empresa inglesa llamada Flattr Networks Limited y se mantiene con un diezmo retenido a los receptores de donaciones, de tal manera que estos sólo cobran realmente un 90% de lo que tienen en su cuenta.

Por otra parte resulta curioso ver qué sitios y programas están dados de alta en la red. Yo la encontré vía el sitio web de Steve Kemp Debian Administration que será uno de mis primeros receptores.

Sí. Ya me he dado de alta y estoy pensando seriamente en poner aquí un botón de donaciones en el blog puesto que lo mismo alguien tiene interés por mis fotos de bichos y, oye, tampoco es cuestión de que se quede con las ganas, ¿ no ?.

Notes

[1] Y esto, ya lo sé, representa más de un problema para algunos que pueden no ver claro a quién y cómo se le considera organización caritativa.