Moviendo un servidor virtual por Europa …

… un sábado por la mañana porque, oiga, cuando uno duerme mal las decisiones son un tanto alocadas.

Hace ya un par de años que tengo alquilados servidores virtuales con la empresa Digital Ocean (droplets los llaman ellos) y no he tenido queja alguna. Buen soporte, mucha documentación en continuo desarrollo y un panel de control que da gusto.

Los servidores son pequeños, no puedo permitirme más, pero me permiten tener mis propios programas, mis datos relativamente a salvo, y efectuar pruebas y experimentos que aderezan mi vida. Menos mal que las dos usuarias que tengo son comprensivas.

Lo que ocurre es que de tanto usarlos termino por agotar su espacio en disco, así que llevaba ya un tiempo intentando quitarme lastre en el principal con muy poco éxito. Un servidor al 98% por ciento de capacidad es una molestia recurrente, más aún si tienes tu correo principal sobre él y deja de recibirlo porque no tiene dónde guardarlo.

Pensé en subirlo de categoría pero me echaba para atrás que el precio se duplicaba y que la diferencia no era tanta. Pasaba de 40 a 60 gigabytes, que no está nada mal, pero por ese precio lo veía más bien un parche.

Pero he aquí que Digital Ocean presenta un nuevo producto llamado Blocks y que no es más que añadir disco a las instancias que tienes por un precio bastante ajustado y que me pareció una idea excelente. Lo malo es que sólo está disponible, por ahora, en los centros de datos de Francia y Alemania. Londres tenía que tenerlo ya pero quizás por el asunto del Brexit se ha quedado parado. Decidí mudarme a Alemania.

Busqué entonces la manera de mover el servidor de un centro a otro y encontré documentación al respecto muy clara.

El procedimiento es el siguiente:

  1. Detener el servidor.
  2. Crear una instantánea de su contenido (snapshot).
  3. Mover dicha instantánea de un centro (Londres) a otro (Frankfurt).
  4. Crear un nuevo droplet con dicha instancia en el centro alemán y la misma configuración que el servidor en Inglaterra; he añadido, de paso, un bloque de disco de 100Gb que puedo ampliar con facilidad en el futuro.
  5. Poner en marcha el servidor y destruir el inglés (una vez comprobado que está todo). También tuve que destruir la instantánea del sistema porque la empresa cobra por ello y es un poco tonto guardarla ya que existen copias de seguridad del mismo.

Todo ésto sin salir del panel de control web así que, salvo esperas de un par de horas para convertir formatos y transferir datos, la operación fue sencilla y poco traumática. El disco era de 40Gb y por lo que pude leer aprovechan cualquier movimiento para actualizar al formato que emplee el supervisor de máquinas virtuales.

Otro de los problemas, del que era consciente, es el cambio de dirección IP; dado que es otro centro de datos no pueden asignarte la misma dirección que tenías. Se trata, a fin de cuentas, de un nuevo servidor y para ese tipo de problemas Digital Ocean tiene algo llamado IP flotantes y que consiste -grosso modo- en tener una IP pública y una privada sincronizadas, de manera que resolverían el inconveniente del cambio de dirección o el escalado del servidor. No pensé hasta ese momento que fuese a serme útil; ahora lo tendré muy en cuenta para el futuro.

Mientras se transfería la información tuve que cambiar los DNS (registrados con gandi.net) y, más tarde, realizar una búsqueda en la configuración de la máquina para cambiarla. La dirección IP en un servidor de este tipo no debería estar en uso en muchos sitios pero ya que estoy realizando experimentos con el DNS, cortafuegos y VPN resulta que estaba más presente de lo que recordaba. Nada más que una pequeña molestia.